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Pequeños empresarios afectados por ataque incendiario en Rucalhue: “Perdimos años de trabajo en minutos”

Pequeños empresarios afectados por ataque incendiario en Rucalhue: “Perdimos años de trabajo en minutos”

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La madrugada del pasado domingo se transformó en una pesadilla para varios vecinos de la provincia. En medio de la oscuridad, pequeños empresarios del rubro del transporte vieron arder lo que por años construyeron con esfuerzo, sacrificio familiar y jornadas interminables de trabajo. 

Camiones, maquinarias y sueños se consumieron en un atentado incendiario en la zona de Rucalhue, que terminó con la destrucción total de sus maquinarias de trabajo dejando pérdidas millonarias y que, hasta ahora, no ha encontrado responsables ni soluciones concretas.

La Tribuna conversó con algunos de los afectados, quienes participaron la tarde del jueves, en una reunión con el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, en la delegación provincial de Biobío.

“NECESITAMOS AYUDA AHORA” 

Claudio Cancino, relató con profunda impotencia y tristeza, cómo en minutos perdió sus cinco camiones que representaban el fruto de años de esfuerzo familiar, su sustento, y aquello por lo que con arduo trabajo había conseguido.

“Es un trabajo que vengo desarrollando desde hace años. Hoy no tengo cómo empezar de nuevo. Estoy de brazos cruzados. Lo que más necesitamos es apoyo para volver a trabajar, para no quedarnos en el suelo”, expresó visiblemente afectado.

Cancino estima que sus pérdidas superan los 700 millones de pesos, una cifra abrumadora para cualquier pequeño empresario. Su empresa, como tantas otras que fueron subcontratadas para prestar servicios en la zona, ahora está paralizada, dejando sin empleo a 12 conductores que dependían de estos trabajos para alimentar a sus familias.

El empresario comentó que han tenido reuniones con la empresa mandante del proyecto, sin embargo, hasta el momento no se ha presentado una solución concreta o un plan de apoyo efectivo. 

“No hemos tenido respuesta. Nadie del gobierno, ni regional ni provincial, se ha comunicado con nosotros. No se ha hecho presente ni un delegado presidencial. Solo el Departamento de Violencia Rural nos llamó para una reunión, pero nos dijeron que cualquier apoyo tomaría meses. Nosotros no tenemos meses, necesitamos ayuda ahora”, sostuvo.

“TODO FUE CONSUMIDO POR EL FUEGO”

Esta lamentable situación se replica en otros casos como el de Carlos Opazo, propietario de Transporte Opazo y proveniente de San Javier, séptima región, quien también comentó haber perdido todo por lo que trabajó durante años de su vida.

Su empresa, originaria de la región del Maule, había comenzado hace pocos meses a prestar servicios en la zona de Rucalhue. Contaban con cuatro camiones y una retroexcavadora. Hoy, todo eso está reducido a cenizas.

“Somos pequeños empresarios. No somos grandes compañías con seguros millonarios. Venimos desde lejos buscando trabajo, buscando oportunidades. Y ahora lo perdimos todo. Nos tocó desvincular a todo nuestro personal. Nos quedamos sin nada”, relató con amargura.

Paso también fue enfático en recalcar el impacto humano tras el ataque: “uno ve estas cosas desde lejos, pero cuando te toca, es distinto. No hay soluciones en el corto plazo, no sabemos cómo seguir. Tenemos compromisos con los bancos, con proveedores, con nuestros trabajadores. Las intenciones no bastan para ir a pagar una cuota. Nosotros necesitamos una solución concreta. Hoy, no mañana. Si no, estamos liquidados”.

La magnitud del ataque no solo se mide en millones de pesos perdidos. Se estima que, entre todos los empresarios afectados, más de 150 trabajadores quedaron cesantes de forma inmediata. Conductores, operadores, ayudantes y personal de apoyo, todos quedaron sin fuente de ingreso, sin previsión y sin claridad sobre el futuro.

“El impacto ha sido brutal, también en lo emocional. La salud mental de todos está por el suelo. Es muy difícil levantarse, pero siempre he dicho que hay que tratar de salir a adelante. Lo único que necesitamos es apoyo. El apoyo para volver a iniciar.”, explicó Cancino.

Ambos empresarios coinciden en que antes del ataque no había señales concretas de riesgo. Más allá de un paro laboral puntual en la obra, no existían antecedentes de incidentes violentos en el lugar. “Nunca vimos encapuchados ni nada raro. Esto nos tomó totalmente por sorpresa”, señalaron.

¿QUÉ SUCEDIÓ?

Recordemos que, portando armas de fuego, un grupo de 12 personas encapuchadas ingresaron al predio donde se construye la central hidroeléctrica Rucalhue en el límite de las comunas de Quilaco y Santa Bárbara, intimidando a los guardias para posteriormente incendiar 48 camiones, dos máquinas excavadoras y una motoniveladora.

En medio del hecho de violencia, dos funcionarios de seguridad resultaron lesionados, sin que hasta el momento se hayan registrado detenciones por parte de las policías.

El ataque "terrorista" que afectó la madrugada del domingo parte de las obras de construcción de la Central Rucalhue, en la provincia de Biobío, no solo dejó millonarias pérdidas materiales −las más grandes registradas en la Macrozona Sur−, sino que también provocó un grave daño a la micro y pequeña empresa, además de una importante afectación al empleo local.

Millonarias pérdidas

Según los datos recopilados por diario La Tribuna, son nueve las empresas locales afectadas, la mayoría subcontratistas y pequeñas transportistas, quienes estiman las pérdidas en cifras superiores a 5 mil millones de pesos.

Entre los mencionados están transportes VSC, Opazo, Cancino, Rosales, GHC Servicios Industriales, CHEC, constructora Retro, transportes Talmak y CFHEC, quienes prestaban servicios a la hidroeléctrica, y no contarían -en su gran mayoría- con seguros asociados.

Tras el ataque incendiario, el Ministerio Público instruyó la concurrencia de personal de la Policía de Investigaciones a fin de realizar las diligencias para dar con el paradero de los responsables del hecho. Según los antecedentes que maneja La Tribuna, la investigación está a cargo del fiscal Carlos Díaz, quien está trabajando con una "Fuerza de Tarea" que involucra a Brigadas tanto de Los Ángeles como de Santiago.

En el marco de la misma de investigación se interpuso una “medida de protección permanente” para las instalaciones de la Central, lo que está decretado y debe ser implementada, se conoció, por Carabineros de Chile.

Fuente: La Tribuna

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