De cara a una compleja temporada, Conaf busca reclutar a 3.300 brigadistas
- Aseguran que han aumentado los siniestros de “sexta generacion” o megaincendios, que demandan un mayor despliegue para ser controlados.
Entre las regiones de Valparaíso y La Araucanía, donde viven más de seis millones de personas, se concentra la mayor preocupación por el inicio de la temporada de incendios forestales.
Una zona que ha sido escenario de las peores tragedias por esta causa en Chile, la más reciente, que costó 137 vidas en febrero pasado en Valparaíso.
Solo un año antes, Santa Juana, en Biobío, sufrió los estragos de otro incendio forestal, mientras que en 2017 una tormenta de fuego arrasó el poblado de Santa Olga, en Maule.
“Una gran extensión de territorio”, con alta densidad de población y “las peores condiciones meteorológicas para este tipo de incendios”, describe Pablo Lobos, gerente de Incendios de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Se refiere a eventos conocidos como de “sexta generación” o megaincendios, que se empiezan a repetir y que son materia de estudio en el mundo, asegura.
Hay una interacción entre varios incendios y la atmósfera, con siniestros “impredecibles, con un comportamiento muy errático (...), intensidad calórica, altura de la llama y velocidad de propagación”, que los encasillan como “fuera del alcance de control”, remarca.
De seis o siete mil incendios al año en Chile, el 90% se controla antes de consumir cinco hectáreas, pero un 1% genera entre 80% y 90% del daño.
Un nuevo perfil para el combate del fuego
De cara a una nueva temporada de incendios, y mientras aún resuenan los ecos del reciente paro de guardaparques, Conaf se encuentra en plena campaña de reclutamiento de brigadistas.
La corporación destaca que desde 2017 se han incrementado los recursos de prevención y combate, pasando de cerca de 1.600 a los 3.300 que están siendo enlistados para 2024-2025.
Pero este proceso está marcado por el caso de la formalización de un brigadista en la investigación por el megaincendio de Viña del Mar.
“No estamos exentos, ocurre en todas partes del mundo. Acá en Chile hubo casos en empresas forestales, condenados por generar incendios”, lamenta Lobos.
Aunque plantea que desde la temporada anterior incorporaron a 15 psicólogos que examinan a cerca de cinco mil postulantes, de los cuales un 5% es rechazado y otro 5% queda “con observaciones”.
Pero además señala que han tenido que mejorar la capacitación y entrenamiento de los nuevos brigadistas, que, a diferencia de lo que sucedía en el pasado, no siempre saben utilizar herramientas manuales, motosierras, motobombas, y están menos preparados en lo físico, por lo que ahora deben trabajar previamente.
Es que la temporada es dura, como este verano en Puerto Montt, donde un incendio se prolongó por más de dos semanas y costó más de $12 mil millones, según el director de Conaf, Christian Little, lo que equivale a cerca de 9% del presupuesto.
Hacia el sur, describe Lobos, “son sectores que paulatinamente se están incorporando a este grupo, con menos ocurrencias de incendios”, pero con vientos extremos, territorios extensos con dificultades de acceso, por lo que “cada vez están siendo más complejos, lo que ha obligado a reforzar recursos terrestres y aéreos en esa zona”.
Fuente: edición suscripción de El Mercurio