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Anaís Vigueras rompe moldes desde la cabina de una maquinaria pesada

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En Curanilahue, provincia de Arauco, nació Anaís Vigueras, una joven de 26 años que ha desafiado estereotipos en el sector forestal, demostrando que la determinación puede abrir puertas inesperadas. Su historia comenzó en un entorno educativo sencillo, pero su camino tomó un giro inesperado cuando decidió apostar por lo desconocido.

Un salto audaz

Anaís inició sus estudios en administración de recursos humanos en Arauco, siguiendo un camino convencional. Sin embargo, mientras aún estudiaba, se presentó una oportunidad: un curso de maquinaria pesada ofrecido por Sofofa y la empresa Arauco. Motivada por su fascinación por las máquinas y la influencia de su tío, quien trabajaba en el área forestal, postuló y fue aceptada.

En 2022, comenzó un curso intensivo que combinaba simuladores de última tecnología, teoría en seguridad y práctica en terreno. Aunque fue un desafío, al subirse por primera vez a un procesador, Anaís sintió que había encontrado su verdadera pasión.

Rompiendo barreras

A pesar de que las mujeres han avanzado en oficios no convencionales, sigue siendo poco común verlas al mando de maquinaria pesada en el sector forestal. Para Anaís, este reto fue tanto una motivación como una prueba personal. “Trabajar con hombres no es fácil, pero tampoco imposible. Hay que sembrar confianza y comunicación”, afirmó.

En su experiencia, manejar un procesador requiere no solo destreza técnica, sino también una conexión especial con la máquina. “Al principio, sentía la potencia y la fuerza de la máquina. Ahora me siento más confiada. Me divierto arriba de ella”, explica.

Trabajo y crecimiento personal

Su trabajo no solo le ha permitido romper estereotipos, sino también encontrar un equilibrio entre su vida profesional y personal. Gracias a los turnos 7x7, aprovecha al máximo sus días libres para viajar, practicar ciclismo y compartir con amigos y familiares. “Este trabajo me ha dado tiempo y recursos para disfrutar la vida. He viajado a lugares como Perú y quiero seguir explorando el mundo. Ahora estoy enfocada en aprender otro idioma para abrirme más puertas en el extranjero”, comenta.

Una visión a futuro

Aunque Anaís disfruta su trabajo actual, tiene claro que no quiere quedarse en la misma posición para siempre. Recientemente finalizó su carrera de ingeniería en administración de recursos humanos, lo que le abre nuevas oportunidades para asumir roles más estratégicos en el sector forestal. “El área forestal me gusta porque no te aburres. Cambian los paisajes, las condiciones, siempre hay algo nuevo. Pero también quiero crecer, ocupar otros cargos y seguir especializándome”, cerró.