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Heriberto López y la amenaza latente al sector: “No soñamos una región sin industria forestal”

Heriberto López y la amenaza latente al sector: “No soñamos una región sin industria forestal”

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En “Conversando con la Acoforag”, el presidente de la Federación Nacional de Sindicatos del Transporte Forestal y Afines (FENASITRANFOR), Heriberto López Cárcamo, abordó con claridad y preocupación la creciente tensión que afecta al sector forestal en el sur del país.

Su testimonio, directo y cargado de experiencia sindical, expuso una de las aristas más sensibles del conflicto en la macrozona sur: la amenaza persistente de actores radicalizados que exigen la salida total de las empresas forestales del territorio.

“Cuando uno escucha o lee lo que ocurre en algunas comunidades, especialmente donde operan grupos más radicales como la CAM u otras, se da cuenta de que su lucha no es simplemente por la recuperación de identidad o territorios ancestrales. La frase que se repite una y otra vez es clara: ‘fuera las forestales’”, afirmó López con énfasis.

Una consigna peligrosa

Para López, esta consigna no sólo representa una amenaza simbólica. Es una declaración de intenciones que atenta directamente contra el sustento de miles de trabajadores, muchos de ellos representados por FENASITRANFOR.

“No se trata de si hay o no legítimas demandas históricas. El problema es que cuando esa demanda se convierte en violencia y se enmarca en un discurso que criminaliza a toda una industria, el peligro se vuelve real. ¿Cómo se expulsa una industria? ¿Delinquiendo? ¿Amenazando? Eso es lo que está ocurriendo desde hace años”.

El dirigente sindical recordó que, particularmente desde 1997 en adelante, el sector forestal ha sido blanco de atentados, amenazas y sabotajes, con consecuencias humanas y económicas irreversibles. Pese a ello, señala con preocupación cómo el mundo político continúa dividido al respecto, con sectores que relativizan o directamente validan estas expresiones radicales.

El peso del empleo y la economía local

López destacó que la industria forestal no es un actor ajeno ni impuesto en la zona. Por el contrario, forma parte estructural del desarrollo económico regional. Sólo en el área de CMPC, estima, se emplean entre 12.500 y 13.000 trabajadores, muchos de ellos ligados directamente a labores de transporte, servicios, seguridad y operación de maquinaria.

“La industria forestal genera los sueldos más altos en muchas comunas del sur. Es un motor económico que ha permitido estabilidad para miles de familias. Por eso, cuando se lanza la frase ‘fuera las forestales’, no sólo se ataca a una empresa, sino a toda una cadena de trabajo y sustento”.

Frente a ello, López subrayó que los trabajadores forestales no se sienten parte de una disputa territorial, sino víctimas de una violencia injustificada que ha sido tolerada en exceso por parte del Estado y algunos sectores políticos.

Comisión por la Paz: expectativas y desconfianzas

En relación con la actual Comisión por la Paz y el Entendimiento, impulsada por el Gobierno para abordar las tensiones en La Araucanía y el Biobío, el dirigente fue claro: ve buenas intenciones, pero también teme que el proceso sea cooptado por intereses particulares o que termine minimizando el aporte y la voz de quienes trabajan directamente en el territorio.

“Nos preocupa que esta comisión no enfrente con firmeza las amenazas al rubro forestal. Hay grupos que no quieren paz ni entendimiento, lo que buscan es lucrar con el conflicto. No podemos dejar que se roben la película”.

López plantea que el verdadero desafío está en defender el Estado de Derecho, sin concesiones frente a la violencia, y en asegurar que cualquier proceso de diálogo no excluya a los trabajadores ni ignore el impacto que tendría desmantelar una industria que ha estado presente desde inicios del siglo XX.

Un llamado al realismo y la unidad

“No soñamos una región sin industria forestal. No podemos pensar que la solución al conflicto es eliminar la fuente de trabajo de miles de personas. Necesitamos realismo, diálogo sincero, y por sobre todo, un país que entienda que la paz no se construye con amenazas”, dijo el dirigente.

El presidente de FENASITRANFOR dejó así un mensaje claro no solo al mundo político, sino también a la ciudadanía y a los actores sociales que inciden en el debate territorial: sin empleo digno y sin respeto al trabajo de quienes sostienen la actividad productiva, no hay desarrollo ni convivencia posible.

La entrevista completa en nuestro canal de Youtube:


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