Arauco da inicio a la construcción de la planta de celulosa más grande del mundo en Brasil
En la ciudad de Inocencia, Mato Grosso do Sul, Brasil, se dio un paso significativo hacia el futuro de la industria de la celulosa con la ceremonia de colocación de la primera piedra del Proyecto Sucuriú de Arauco. Este proyecto, que representa la inversión más grande en la historia de la compañía chilena, no solo establecerá la planta de celulosa más grande del mundo construida en una sola etapa, sino que también promete un impacto positivo en la economía local y el medio ambiente.
La nueva planta, con una capacidad proyectada de 3,5 millones de toneladas de celulosa al año, comenzará a operar a finales de 2027. Contempla una inversión de US$ 4.600 millones.
La ceremonia contó con la presencia de destacadas autoridades, incluyendo al Presidente en ejercicio de Brasil, Geraldo Alckmin, y representantes de los gobiernos federal, estatal y municipal.
Cristián Infante, CEO de Arauco, destacó la visión global de la empresa y su compromiso con el uso sostenible de recursos renovables, así como con el bienestar de las comunidades locales. "Estamos promoviendo un ambiente seguro, inclusivo y colaborativo, garantizando que este Proyecto genere una transformación positiva para Mato Grosso do Sul", afirmó Infante.
El Proyecto Sucuriú no solo fortalecerá la presencia de Arauco en Brasil, sino que también reforzará su liderazgo en el mercado global de la celulosa. Se espera que la construcción de la planta genere empleo, aumente la recaudación tributaria y atraiga nuevas inversiones, consolidando a Mato Grosso do Sul como un referente en el sector.
Desde su llegada a Inocencia en 2022, Arauco ha mantenido un diálogo continuo con la población local, presentando la evolución del proyecto y escuchando sus expectativas. La empresa, que opera en la región desde 2009 a través de su actividad forestal, ha puesto especial énfasis en el cuidado de la biodiversidad, con un Plan de Gestión y Monitoreo Ambiental que incluye 24 programas para minimizar los impactos ambientales de la construcción.
El Proyecto Sucuriú se destaca por su eficiencia hídrica, con un consumo de agua de 26 m³ por tonelada de celulosa producida, uno de los índices más bajos del sector. Además, el 100% de los efluentes serán tratados y cerca del 90% del agua captada será devuelta a su cauce. La compañía también está construyendo una Central de Tratamiento y Valorización de Residuos para fomentar la economía circular, transformando los residuos en productos útiles y evitando su destino a vertederos.
Con este proyecto, Arauco reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible y la responsabilidad social, estableciendo un nuevo estándar en la industria de la celulosa y en la gestión ambiental.