“El desafío es la sostenibilidad de las operaciones”
Matías Domeyko Cassel es el vicepresidente ejecutivo ARAUCO, cargo que asumió tras haber desempeñado diversas funciones en la compañía desde 1987. Este Ingeniero Comercial de la Universidad de Chile responde a preguntas vitales para el mundo maderero, al iniciar un nuevo año donde se consolida el proyecto de Mejoramiento y Ampliación de la Planta Arauco, conocido como MAPA, iniciativa que se transformó en la mayor inversión que el grupo ARAUCO ha ejecutado en su historia.
¿Cuál es la importancia del sector forestal hoy para Chile?
El sector forestal es un pilar fundamental de la economía de nuestro país, con una importante participación del PIB nacional y aportando del orden de 300.000 empleos directos e indirectos en distintas regiones de Chile. Después de la minería, es la segunda actividad económica en materia de exportación y produce una amplia gama de productos de celulosa, madera y energía que son esenciales para responder a las necesidades y la vida cotidiana de millones de personas.
Pero la actividad forestal rebasa los límites económicos de la producción renovable de madera y sus muchos derivados, ya que también es un importante ecosistema laboral y social, profundamente arraigado en regiones donde existe una cultura rica en tradiciones y modos de vida ligados a la madera. Junto a ello, el bosque y las plantaciones cumplen un importante rol en la conservación de la biodiversidad y el combate contra el cambio climático.
Así, el sector forestal está llamado a aportar en la construcción de nuevos y significativos caminos del desarrollo económico, ambiental y social de nuestro país y del planeta.
¿Cuál es la posición que observa de la industria maderera chilena en el mundo? ¿Se avanza o se retrocede?
La industria maderera nacional es un actor relevante del mundo, que ha tenido un gran crecimiento y desarrollo. Nos enorgullece ser parte de este sector tan dinámico, como lo muestran países de alto desarrollo humano y social como Suecia y Finlandia, los cuales han encontrado en la actividad forestal un pilar de su cultura y desarrollo.
A nivel mundial existe una demanda cada vez mayor de madera, e incluso -según un estudio de WWF- se estima que su consumo se triplicará de aquí a 2050. Esto, debido a que es el único recurso renovable que puede ser producido de manera sostenible para su uso a gran escala en construcción, mueblería y una inmensa variedad de productos.
Como compañía hemos buscado posicionarnos y responder a la creciente demanda mundial de proyectos en madera. Por eso estamos finalizando la construcción de una Planta de Vigas Laminadas en la comuna de Yungay, Región de Ñuble, que ampliará el mix de productos de ingeniería para ofrecer una solución constructiva en madera a los clientes, que vaya desde el acompañamiento en el desarrollo de un proyecto hasta la asesoría en el montaje.
La Modernización y Ampliación de la Planta Arauco (MAPA) es otro ejemplo concreto de nuestro compromiso con Chile para hacer de este un actor de los mercados mundiales.
¿La actual institucionalidad forestal del país promueve o incentiva el desarrollo de nuevos proyectos?
En Chile estamos viviendo tiempos de cambios sociales, culturales e institucionales. Para el desarrollo del sector forestal, la institucionalidad siempre será importante, pero entendemos que es necesario que las políticas públicas y las instituciones del Estado evolucionen tal como lo hace la sociedad.
El principal desafío que enfrentamos como sector es asegurar la sostenibilidad de las operaciones, las cuales por esencia están pensadas en el largo plazo. Debemos buscar diversas formas de trabajo para velar por un manejo forestal sustentable, impulsar la capacitación y formación permanente de trabajadores y de las diversas empresas del sector, aportar al dinamismo de las economías locales, promover la conservación de áreas de alto valor ambiental, e impulsar la investigación aplicada.
¿Cuáles son los principales problemas del sector forestal en los que se debe avanzar? En el corto y mediano plazo.
Es indudable que tenemos desafíos muy complejos, más que como sector, como país. Uno de ellos es ponerle fin a la situación de violencia que afecta permanentemente a trabajadores, emprendedores y miles de familias ligadas a la madera. No se debe normalizar la violencia ni que se imponga el miedo en nuestra sociedad.
Como sector jugamos también un papel muy importante en el combate al cambio climático. Tenemos la misión de hacer más resilientes nuestros territorios y nuestro país, tanto en materia de mitigación como de adaptación, logrando que la producción de madera y sus derivados se transformen en un aporte para el planeta, pero también para el desarrollo sostenible de cada una de las localidades con vocación forestal de Chile.
Un tercer desafío es que debemos avanzar para fortalecer el encadenamiento productivo entre empresas de distintos tamaños, para seguir profundizando un ecosistema productivo muy diverso, dinámico e innovador. Hemos dado pasos en esta dirección, pero nos queda camino por recorrer.
¿Hace un mea culpa por errores cometidos en relación con las comunidades locales donde se encuentra el patrimonio de plantaciones de su compañía?
Como parte del sector forestal, sabemos que somos parte de un gran desafío y por lo mismo queremos ser parte de la solución. Por eso, desde hace más de una década venimos propiciando nuevos espacios de diálogo con las comunidades para encontrar juntos soluciones asociativas y convertirnos en un factor de desarrollo en los territorios donde estamos presentes. Esto sin duda nos ha permitido entablar conversaciones y generar avances con muchas localidades rurales y numerosas comunidades mapuches en las regiones donde convivimos.
Nuestro principal aprendizaje en estos años es que es necesario que exista voluntad de diálogo, donde el aporte del sector público y privado viabilice un nuevo pacto con los pueblos originarios, avanzando hacia una relación que favorezca una coexistencia armónica y virtuosa entre todos. Como ARAUCO hemos generado acuerdos que apuntan a ese futuro deseado, pero se requiere la confluencia de todos los actores en este desafío. Nosotros estamos disponibles para explorar soluciones innovadoras basadas en el diálogo informado.
Y en la relación con los Contratistas Forestales, ¿qué importancia les asigna en el desarrollo de la compañía y cuáles debieran ser los acentos que hay que poner para que ellos se desarrollen y entreguen sus capacidades como empresarios?
Los contratistas forestales son parte esencial del trabajo de nuestra compañía y la cadena de valor de la industria, pues son quienes realizan el trabajo en los bosques; desde la faena de plantación, la poda, raleo, cosechas, hasta el transporte de los rollizos a su destino. Es un trabajo importante, con altos estándares productivos y de seguridad, que recorre cinco regiones de nuestro país.
En los últimos años han tenido un importante crecimiento y desarrollo en tecnología, capacitación y equipamiento de punta. Esto es clave, pues hoy más que nunca necesitamos empresas contratistas fuertes y vigorosas, con alta capacidad.
Se ha planteado en la sociedad que el actual modelo forestal del país promueve una alta concentración de los bosques de plantaciones, la desigualdad, la pobreza rural y la destrucción del bosque nativo, ¿cree usted que es posible continuar con ese modelo o que se requieren ajustes para que sea aceptado socialmente?
Tenemos la convicción de que es necesario generar las condiciones para que la industria forestal pueda seguir siendo un verdadero factor de desarrollo en los territorios en los que estamos presentes.
Nuestra presencia hoy genera más de 17 mil empleos directos y contamos con más de 700 empresas contratistas que a su vez dan empleo a 20 mil colaboradores, generando compras a servicios locales en Chile del orden de US$ 800 millones anualmente. Asimismo, en las regiones en las que tenemos presencia hemos buscado ser un aporte, entendiendo las condiciones y necesidades de cada zona, y si bien queda mucho por hacer, creemos que hemos materializado importantes iniciativas que han impactado en la economía local, educación y empleabilidad, entre otros aspectos, lo que nos motiva a seguir desarrollando proyectos que contribuyan al dinamismo y desarrollo humano en las localidades donde estamos.
¿Cuál cree que es el nudo que no permite comenzar a ver una solución al problema de violencia que se vive como sector, principalmente los Contratistas Forestales y sus trabajadores en las regiones el sur del país?
Tenemos que compartir un diagnóstico. Debemos contar con una sociedad que rechace y comprenda el daño que ha producido la violencia. Respetar el Estado de Derecho, respaldar un actuar profesional y responsable de las instituciones a cargo del orden público son requisitos para tener avances y mayores resultados. Necesitamos un trabajo coordinado entre el sector público y privado para dar garantías a los contratistas forestales y todos los trabajadores de la zona que quieren y merecen trabajar en paz.
¿Cómo se relacionará la compañía con el nuevo ciclo político que incorpora muchas demandas y derechos en nuestro país?
Desde ARAUCO siempre hemos buscado aportar a Chile y su desarrollo desde nuestro campo de acción. Nuestra intención es contribuir al debate con ideas y propuestas concretas, que permitan avanzar hacia un mejor país. Hoy nos sentimos parte de los desafíos que el país debe abordar, pues somos una empresa que no le teme a los cambios, sino al inmovilismo. Y por, sobre todo, confiamos en nuestro país y en sus instituciones.
Formamos parte del mundo de la madera, una red inmensa de organizaciones, empresas y trabajadores que anhelan cambios que nos hagan un mejor país para todos, y nuestra voluntad es seguir colaborando como sector y como empresa para lograrlo.