La destrucción de las economías locales
Los esfuerzos sin convicción ni éxito que llevan realizando los distintos gobiernos en Chile en los últimos diez años para enfrentar la violencia política organizada, están afectando a las economías locales de muchas comunas rurales. Esta acción va dejando en su camino víctimas afectadas directamente como son los trabajadores(as), campesinos(as), comuneros(as), agricultores(as), emprendedores(as) pymes y Mipymes. Pero también, como mudos testigos de lo que ocurre, están todos aquellos pueblos, villas, caletas y otros lugares recónditos que habían encontrado en la tranquilidad rural su particular forma de vida, atractiva para visitantes. Lugares y destinos tan emblemáticos en la provincia de Arauco como Tirúa, Quidico, Contulmo y los lagos Lanalhue y Lleu Lleu, ayer destinos obligados de los amantes de la naturaleza indómita que ofrecía esa provincia, pero que hoy la violencia, la quema de viviendas, hoteles, restaurantes y su destrucción los ha transformados en lugares inhabitables.
En la provincia de Malleco es lamentable lo que ocurre en Capitán Pastene, comuna de Lumaco, otrora una tierra donde se destacaba la sana convivencia y mezcla de culturas de inmigrantes italianos y comunidades mapuches. Capitán Pastene se había transformado en un pueblo típico de alta calidad gastronómica reconocida a nivel nacional por sus exquisitas pastas, prosciuttos y productos artesanales donde hoy, a la luz del conflicto, ya no es atractivo ir para los visitantes.
Según información recopilada por la Asociación de Contratistas Forestales AG, Acoforag, a 2022, de las 107 comunas que componen la macrozona sur, hay 50 de ellas que han sido afectadas en su territorio por uno o más atentados violentos. Es decir, la dimensión del problema abarca al 46,7 % de las comunas que conforman este territorio donde la principal actividad económica que permite el bienestar de las familias, gira en torno a la producción de madera.
En esta recopilación de ataques realizada por el gremio desde 2014 a la fecha, se identifican cuáles son las comunas con más hechos de violencia. En la región del Biobío es Contulmo la más afectada con 38 atentados, le sigue Cañete con 35 y Tirúa con 20 ataques a contratistas forestales. En la región de La Araucanía la comuna con más atentados es Lumaco con 36, Collipulli con 35 y Carahue con 21. En la región de Los Ríos es Lanco con 13 ataques, Panguipulli con 5 y San José de la Mariquina con 3; y, por último, en la región de Los Lagos es la comuna de San Juan de la Costa con 9 atentados y Río Negro con 3.
Estas cifras nos llevan a concluir que el 19% de las comunas de la región del Biobío, el 31% de las de la región de La Araucanía, el 19% en Los Ríos y el 3% en la región de Los Lagos está afectado y amenazado por la violencia política terrorista, lo que está impidiendo el normal desarrollo de sus economías locales, afectando con pobreza y carestía a las familias indígenas y no indígenas, las que buscan emigrar de estos territorios donde ya no hay trabajo y tampoco es posible llevar adelante un emprendimiento personal.
El desarrollo de las comunas en torno al sector maderero y turístico principalmente había logrado generar identidad, a través de productos y servicios con un sello propio, de origen, elevando el sentimiento de pertenencia a una cultura, a un pueblo y a un lugar.
No sigamos permitiendo que la violencia nos desarraigue y nos quite la esencia de nuestras vidas: el de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Rene Muñoz Klock
Asociación de Contratistas Forestales A.G.
Fuente: latribuna.cl