La vida de Cristian Erices Aravena, desde la infancia en el bosque a la gestión forestal

La vida de Cristian Erices Aravena, desde la infancia en el bosque a la gestión forestal

Cristian Erices Aravena, oriundo de Laja, ha vivido una vida íntimamente ligada a los bosques de Chile. Desde su niñez en el Salto de Laja hasta su actual posición en la empresa Gestión Forestal (Gesfor) Limitada, ha recorrido un camino profesional y personal profundamente arraigado en entre las máquinas y los árboles.

Su padre, un guardabosque forestal, fue la influencia inicial que lo introdujo en este mundo. Trabajando en diversos predios, como Paso del León y Los Pellines, cerca de Copiulemu, la familia Erices Aravena siempre estuvo rodeada de la exuberante vegetación y la vida silvestre de la región.

Cristian comenzó a trabajar junto a su padre en las temporadas de verano. A la edad de 14 o 15 años, ya estaba inmerso en labores como la plantación y la creación de fajas, así como en la distribución de fertilizantes. Estas experiencias le proporcionaron un conocimiento práctico del trabajo forestal y una ética laboral junto a una pasión por la naturaleza.

Su compromiso con el sector forestal se consolidó aún más cuando, a punto de cumplir 21 años, ingresó a la empresa Gesfor, fundada por su gerente Fabián Flores. Este paso marcó el comienzo de su carrera profesional formal en el rubro forestal.

  • ¿Usted prácticamente saliendo del colegio pasó a trabajar a Gesfor?

-Primero hice el servicio militar durante aproximadamente un año y tres meses, donde fui cabo de reserva en el regimiento. Después trabajé con mi papá por un año y en junio del 2001 ingresé a la empresa como junior. Mis tareas consistían en ir al banco, buscar y entregar insumos a las faenas, además de llevar a los mecánicos para el mantenimiento de las máquinas. Llevaba unos dos años en la empresa cuando el gerente, Fabián Flores, me preguntó si quería estudiar para desarrollarme en la empresa.

  • ¿Dónde estudió y cómo fue esa experiencia?

-Estudié Técnico en Maquinaria y Técnico Mecánico Automotriz en INACAP, entre 2003 y 2004. Fue un periodo complicado porque trabajaba todo el día y estudiaba en la noche.

Después de titularme, en 2005 me convertí en mecánico en terreno. Estuve en ese rol hasta 2009, cuando me dieron la responsabilidad de controlar el mantenimiento full service en faena.

Luego, en 2011-2012, me dieron la oportunidad de liderar un equipo de mantenimiento. Formé un grupo de cinco personas. Antes de eso, éramos solo tres. El equipo creció conforme asumí más responsabilidades.

  • ¿Cuántas máquinas estaban a su cargo cuando asumió como líder mecánico?

  • En ese entonces, la empresa tenía alrededor de 40 máquinas, pero yo estaba a cargo de unas 15. En 2018 me dieron la oportunidad de ser jefe de mantenimiento de Gesfor, que incluye la gestión forestal y otras áreas y servicios para las empresas Arauco y Mininco.

Ahí asumí la responsabilidad del mantenimiento de todo el grupo. Tenemos faenas en varias regiones, y si hay problemas con alguna máquina, tenemos que desplazarnos donde sea. Hoy en día tenemos unas 50 máquinas, y si sumamos camiones, camionetas y otros equipos, llegamos fácilmente a los 100 en total.

  • ¿Qué ha significado para usted este desarrollo profesional y personal?

  • Ha sido un crecimiento muy importante, tanto profesional como personal. Todo lo que tengo se lo debo al trabajo forestal. Mi desarrollo ha sido fantástico, y mi familia también ha sido parte de este camino.

  • ¿Pensó alguna vez en que iba a llegar tan lejos profesionalmente?

  • No, la verdad es que nunca lo pensé cuando era joven. A los 15 o 16 años, no tenía la intención de ser mecánico ni mucho menos jefe de maquinaria. Sin embargo, las oportunidades surgieron en el camino.

Además, más tarde estudié ingeniería en mantenimiento en la Universidad Federico Santa María, y fue la empresa la que me pagó los estudios.

  • ¿Qué consejo le daría a los jóvenes que están comenzando en el mundo laboral?

  • Mi consejo sería que aprovechen las oportunidades que se les presenten y que persigan lo que les gusta. Yo empecé sin tener claro qué quería hacer, pero cuando vi algo que me interesaba, lo busqué hasta lograrlo.

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