Del esfuerzo a la herencia: Historia de legado en el sector forestal chileno

Del esfuerzo a la herencia: Historia de legado en el sector forestal chileno

Fundar una empresa y que sea exitosa no se hace de un día para otro. Requiere años de esfuerzo y dedicación, sea en cualquier rubro. El sector forestal no escapa a ello. Tal es la historia de Rodrigo Romo, creador de Forestal Nativa, quien luego de décadas el frente de su empresa, está dando paso a su hijo Diego, quien tiene entre sus manos dar continuidad a los sueños de su padre.

Rodrigo Romo Costamaillere, gerente de la empresa, es un emprendedor cuya historia está marcada por cuatro décadas de dedicación al sector forestal. Nacido en Santiago, su camino comenzó en la Universidad de Concepción en Los Ángeles y culminó en la Universidad Católica de Talca, donde se tituló como Técnico Forestal. Desde entonces, su trayectoria lo ha llevado a trabajar para grandes empresas y, finalmente, a fundar su propia compañía, un hito que marcó un antes y un después en su vida.

De empleado a emprendedor Romo inició su carrera en 1983 en Forestal Arauco, donde trabajó hasta 1989 antes de unirse a Forestal Colcura. En 1992, tras una serie de cambios en la industria, se encontró sin empleo, pero también con una oportunidad inesperada: convertirse en contratista forestal. Así nació su empresa, que inicialmente operaba bajo otro nombre, pero en el año 2000 fue formalmente registrada como Forestal Nativa. “Empecé sin querer queriendo”, recuerda Romo. Con la llegada de su hijo Diego ese mismo año, el desafío de emprender se volvió aún más personal. “Fue complicado, porque pasar de un trabajo estable a uno incierto requiere apoyo familiar y una gran cuota de valentía”.

Evolución y mecanización A lo largo de los años, Forestal Nativa creció y se adaptó a los cambios tecnológicos. En 2011, dio un paso crucial hacia la mecanización de sus operaciones, un proceso que reemplazó el trabajo tradicional con motosierras por equipos de última generación con alta tecnología. Este cambio permitió aumentar la eficiencia y asumir proyectos de mayor envergadura.

Diego, el hijo de Rodrigo, se incorporó formalmente a la empresa en 2016 y ahora ocupa el cargo de subgerente y jefe de operaciones. Según Romo, esta transición asegura la continuidad de Forestal Nativa. “Uno de mis mayores motivos para aceptar nuevos desafíos fue saber que Diego estaría ahí. Él maneja muy bien el día a día de la operación”, comenta.

La relación entre padre e hijo no está exenta de las diferencias generacionales, pero ambos han sabido combinar la experiencia con la innovación para impulsar el negocio. “Mi enfoque siempre ha sido más conservador, mientras que Diego es más arriesgado. Esa combinación ha sido clave”, afirma Romo.

Mirando hacia el futuro En sus 40 años en el rubro forestal, Romo no planea un retiro inmediato, pero ya vislumbra el momento en que pasará la posta a su hijo. “Cuando llegue el día, sé que la empresa quedará en buenas manos. Diego tiene las habilidades y el compromiso para llevar a Forestal Nativa al próximo nivel”.

Rodrigo Romo representa el espíritu emprendedor en un sector tradicional, demostrando que, con esfuerzo, adaptación y apoyo familiar, es posible construir un legado duradero. Desde sus primeros recuerdos, Diego Romo, subgerente de Forestal Nativa, ha estado vinculado al bosque y su entorno. “El bosque está en nuestras vidas, siempre”, reflexiona, evocando imágenes de su infancia entre trabajadores forestales y los paisajes. Diego, quien creció entre asados en faenas y tardes jugando fútbol junto a los empleados de su padre, ha heredado un legado que combina tradición y modernidad.

La conexión de Diego con Forestal Nativa es tanto profesional como emocional. Desde pequeño, acompañaba a su padre en el trabajo forestal, una experiencia que moldeó su visión del esfuerzo y el emprendimiento. "Recuerdo a mi papá dejándome en el colegio por la mañana, y luego llegando tarde a casa tras largas jornadas de trabajo. Las vacaciones siempre implicaban atender llamadas y resolver problemas desde el teléfono", relata.

Aunque su ADN forestal lo podría haber dirigido hacia la ingeniería forestal, Diego optó por ingeniería civil industrial, buscando un campo con mayor versatilidad. Esta decisión fue estratégica, ya que le permitió especializarse en áreas como logística y gestión. Con diplomados en metodologías de gestión Lean de la Universidad Católica, Diego ha integrado herramientas modernas en el manejo de la empresa, asegurando su competitividad.

La transición generacional en Forestal Nativa no ha estado exenta de desafíos. Diego asumió un rol de liderazgo desde joven, ganándose la confianza del equipo que lo vio crecer. "Muchos trabajadores llevan 20 o 30 años con nosotros. Me conocieron como niño y ahora me ven como jefe, pero eso implica validar constantemente mis decisiones", explica.

Nuevas oficinas y enfoque familiar El compromiso con la sostenibilidad y la innovación es un sello de Forestal Nativa. La empresa, que recientemente inauguró nuevas oficinas diseñadas a medida en San Pedro de la Paz, combina tecnología moderna con un enfoque familiar en la gestión. En el ámbito internacional, familiares como Matías Vaccarezza, yerno de Rodrigo, contribuye desde el extranjero en tareas clave como el control de gestión y la tarificación.

Para Diego, el bosque no solo es un lugar de trabajo, sino un legado que busca transmitir a futuras generaciones. Su hijo Borja, de 5 años, ya muestra interés por las máquinas y los terrenos, una muestra de cómo la conexión con la naturaleza se transmite de forma orgánica.

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