Desarrollo del sector forestal en Uruguay: situación actual y desafíos
El desarrollo del sector forestal en Uruguay tiene su origen en la Ley Forestal numero 15.939 aprobada por los 3 partidos políticos en 1987. Esta ley tuvo una enorme visión de futuro y una excelente planificación, sumados a una política de Estado, que ha sido respaldada y mantenida por todos los partidos políticos que han gobernado el país y ha sido clave para consolidar un sector forestal robusto y maduro. “Gracias a esta visión, hoy tenemos un sector con grandes posibilidades de seguir creciendo, generando empleo y contribuyendo al desarrollo económico del Uruguay”, según planteó Lucía Basso, presidenta de la Sociedad de Productores Forestales (SPF) de ese país.
Agregó que a eso sin duda se le suma seguridad y estabilidad jurídica que tiene su país, lo que hizo que haya sido atractivo tanto para inversores locales como extranjeros invertir en el sector forestal. Fue así, afirmó, que se llegó a una masa crítica de 1,1 millón de hectáreas (ha), ocupando tan solo el 6 % de la superficie del país. “Fue un proceso, donde el orden de los factores fue perfecto. Mientras se plantaba y crecía la materia prima, se planificaba y construía la industria”, indicó.
A modo de ejemplo, sostuvo que en este 2024 el sector forestal se está posicionando como el principal exportador de bienes en Uruguay.
Nuevas industrias Este crecimiento sostenido, apreció Basso, ha impulsado el desarrollo de nuevas industrias, lo que ha permitido diversificar la economía y generar un impacto positivo en distintas áreas. Un factor clave ha sido la inversión nacional y extranjera, jugando esta ultima un rol fundamental en el desarrollo de las plantaciones, proceso que comenzó hace más de tres décadas. Y en la última década, sin duda, hemos sido testigos del importante avance y desarrollo de la fase industrial del sector.
Además, la dirigente manifestó que, de las ya reconocidas plantas de celulosa, que actualmente producen cerca de 5 millones de toneladas anuales, en los últimos tres años “hemos visto una expansión significativa, en todas las industrias de la transformación de la madera, tanto en aserrado, debobinado y CLT. Este fuerte desarrollo industrial ha venido acompañado de mejoras en infraestructura y logística, así como de un notable aumento en la creación de empleo y puestos de trabajo, fortaleciendo aún más la economía nacional”.
Todo esto se ha logrado respetando y cumpliendo con los más altos estándares internacionales de sostenibilidad en forma voluntaria, como son los sellos de certificación forestal FSC y PEFC. El 90% de nuestras plantaciones cuentan con estas certificaciones. “Con todo este desarrollo, podríamos pensar que el sector ha alcanzado su máximo potencial, pero no es así. Es importante destacar que la forestación genera productos clave que contribuyen a la descarbonización de la economía. Esto significa aprovechar la capacidad natural de los árboles para capturar carbono de la atmósfera y utilizarlo en la producción de materiales y productos que pueden sustituir a otros más contaminantes”, planteó.
Añadió que los productos forestales son renovables y sostenibles, como la madera para la construcción, paneles y productos de ingeniería de madera, papel y cartón, biocombustibles, y productos químicos derivados de la celulosa, entre otros. Para concretar el crecimiento futuro del sector forestal en Uruguay, Lucía Basso expuso que es fundamental abordar ciertas debilidades en las políticas públicas actuales. Primero, destacó la importancia de contar con normas claras y estables, clave para atraer inversiones y promover el crecimiento. Segundo, señaló la necesidad de agilizar trámites y evitar que la burocracia frene el desarrollo económico y la generación de empleo, adaptando regulaciones sin que estas se conviertan en obstáculos. Finalmente, es crucial seguir mejorando la infraestructura, especialmente para optimizar el uso de bitrenes y tritrenes, lo que reduciría los costos de transporte en un 15%, beneficiando a productores y al sector agropecuario.
