Lucía Basso: “No hay un sector más capacitado que el forestal”
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La presidenta de la sociedad de productores forestales de Uruguay reflexionó sobre la actualidad del sector en pleno crecimiento, y las oportunidades que surgen de las finanzas Verdes.
-¿Qué esperar del sector forestal para este 2024?
Esperamos que el sector continúe creciendo y fortaleciéndose, con nuevas inversiones en la industria de la madera de la transformación, y que tome fuerza la construcción en madera, que es un gran desafío para el sector y el país. Respecto a los mercados internacionales, se espera que se comience a estabilizar, tanto en la mejora de precios como en la demanda.
Por otra parte, es importante poder llegar a acuerdos referentes a nuevas regulaciones, con los diferentes involucrados, y poder llegar a toda nuestra sociedad con información que demuestre lo que es nuestro sector para el país en términos económicos, ambientales y que es una actividad plenamente sustentable en el largo plazo. Basta con ver que con un 6 % del área productiva del país forestada, somos el principal sector exportador con un 6 % del PBL-
-¿Cree que el área forestada continuará creciendo?
Entiendo que sí, pues el crecimiento en el área industrial necesitará mayor abastecimiento. Esa mayor demanda se va a cubrir básicamente por 2 lados: a través de la mejora genética y aumentando el área plantada. Aún hay 3 millones de ha disponibles para plantar. ¿En cuánto aumentará el área? Es difícil dar una cifra, quizás me animaría a decir, en el orden de las 15000 ha/año.
-La celulosa fue el segundo producto más exportado de Uruguay en 2023, y con la inauguración de UPM 11 el país se convirtió en uno de los principales productores de ese producto en el mundo, ¿cómo llegamos a ese estatus?
-A través de una Ley Forestal, que tuvo una enorme visión de futuro y una excelente planificación, sumado a la política de estado, que se ha mantenido a través de todos los gobiernos. A eso sin duda se le suma seguridad y estabilidad jurídica que tiene nuestro país, lo que hizo que haya sido atractivo tanto para inversores locales como extranjeros invertir en el sector forestal en Uruguay. Fue así que se llegó a una masa crítica de 1 millón de ha, plantando a ritmos de 60 a 70.000 ha/año, mientras paralelamente se planificaba y estudiaba la opción de que industrias como UPM y Montes del Plata (Botnia y Ence en esas épocas) construyeran sus plantas. Fue un proceso, donde el orden de los factores fue perfecto. Mientras se plantaba y crecía la materia prima, se planificaba y construia la industria,
-El sector ya no necesita de incentivos fiscales para atraer inversión, ¿eso habla de su madurez?
-Sin duda. Hace mucho tiempo que ya se prescinde de incentivos fiscales y sin embargo el sector ha seguido creciendo. El objetivo de estos fue para promocionar el desarrollo del sector. Eso estaba claro desde el día uno. El sector es rentable por si mismo. Obviamente que incentivos como las exoneraciones impositivas (que ya prácticamente han desaparecido) ayudan o han ayudado o incentivado al desarrollo del sector. Pero está claro de la rentabilidad que tiene el sector por sí mismo, en todos sus objetivos de producción, considerando la madurez del mismo donde las plantaciones con objetivo madera para la industria de la transformación es complementaria con la producción de madera para pulpa, así como en mucho menor escala, para energía (leña).
-¿El desafío ahora es encontrar formas de agregar más valor a la producción de madera?
-Eso fue un proceso, Digo fue, pues se empezó por la exportación en rollos, seguimos con la exportación en chips luego las plantas de celulosa, y ahora estamos en pleno crecimiento del sector de la industria de la transformación (sector que en nuestro país ya existía pero en baja escala), apareciendo nuevas industrias todos los años, así como la promoción de la vivienda en madera. Siempre es un desafío agregar más valor a la madera pero entiendo que estamos en muy buen camino. A todo esto, se le suma lo que son productos no madereros de bosque, como los créditos de Carbono, hidrógeno verde producción de miel, entre otros.
- ¿Cuál es el nivel de investigación en Uruguay sobre este rubro?
-Hay un alto nivel de investigación: por un lado, a través de la Sociedad de Productores Forestales (SPF) se coordina el Consorcio Forestal, donde participan INIA y LATU, y las empresas forestales a través de la SPF, dond se generan proyectos de investigación. No puedo decir que se atienden todos los temas, pero prácticamente todos, o los de mayor demanda tanto del sector productivo como de la sociedad civil. Entre ellos: protección forestal, sostenibilidad, manejo forestal, desarrollo de modelos de crecimiento, mejoramiento genético, tecnología de la madera, entre otros. A todo esto, se le suma la investigación propia de las empresas forestales. Sobre todo, las más grandes que tienen recursos para desarrollar departamentos de 1+D, fundamentalmente en lo que es mejoramiento genético a nivel de generación de híbridos y clones.
-En cuanto a capacitación, ¿El sector tiene dificultades para contratar personal correctamente capacitad?
-Creo que no hay en el país un sector con mayor grado de capacitación laboral que el forestal. Sin duda hemos sido y somos ejemplo para otros sectores. La capacitación es a lo largo de toda la cadena forestal, tanto hacia adentro del sector como hacia afuera. Es decir, se capacita tanto personal de las empresas como contratista. Hoy por hoy, muchas empresas contratistas están certificadas por normas como ISO, OSHAS o alguna otra norma de gestión y/o seguridad laboral. Todo esto es, en gran parte, consecuencia de los procesos de certificación forestal (FSC principalmente), los cuales se han internalizado por completo en las empresas y el sector en general. Ya nadie trabaja en malas condiciones, se usan todos los equipos de seguridad necesarios en cada una de las tareas, no se realizan operaciones en que los trabajadores no estén capacitados correctamente y se trabaja mucho en salud ocupacional que es parte de esas capacitaciones. En general no es un problema encontrar personal o contratistas capacitados.
-¿La sustentabilidad es un elemento clave para todas las empresas del sector, este es un aspecto conocido y valorado de la forestación?
-Absolutamente. A fines de los 90 tuvimos la primera empresa forestal certificada por el FSC, (organismo de certificación forestal reconocido internacionalmente). Hablo de la década de los 90, cuando estos temas ambientales y de sostenibilidad no eran parte de nuestras vidas ni de la vida productiva en ningún rubro, pero este sector fue de avanzada en estos aspectos, Y es muy importante enfatizar en el concepto de sostenibilidad, cuando hablamos del cuidado al ambiente. El ambiente es parte de ello, así como las personas y los recursos naturales. Es un sector donde el cuidado de los recursos naturales, suelos, agua, biodiversidad, fauna, flora y demás es parte de la forma de trabajo. Además de la certificación, que es voluntaria, para realizar una plantación forestal se necesita no solamente un proyecto forestal que se debe aprobar por la Dirección General Forestal, sino también un Autorización Ambiental previa q se gestiona en el Ministerio de Ambiente, así como respetar las regulaciones de las Intendencias, que en todos los casos son diferentes.
-¿La comercialización de bonos de carbono es una muestra de la diversificación en los productos del sector?
-Sin duda es un producto más del bosque. Es un gran activo que tiene Uruguay. El desarrollo internacional de mercados de bonos de carbono ha ido creciendo en los últimos años y Uruguay ya tiene buenos ejemplos de proyectos que participan en los mismos. Es claro el fuerte desarrollo que está por venir y que hay una enorme oportunidad para el país en las finanzas verdes. Productos uruguayos tradicionales de exportación con emision: netas positivas de GEl tienen la oportunidad de generar sinergias con otras actividades que secuestran carbono en nuestro país; y de ese modo Uruguay posicionarse en los mercados más exigentes en la materia con productos carbono neutral procedentes de un país sustentable en todos sus aspectos.
Fuente: www.elobservador.com.uy