Ataque incendiario en Río Negro: grupo mapuche reivindica la acción
La Resistencia Kunko Williche se atribuye la responsabilidad de un atentado que dejó un saldo de maquinaria y camiones forestales destruidos, exigiendo la salida de empresas del territorio ancestral.
En un acto de reivindicación territorial, la Resistencia Kunko Williche asumió la autoría de un atentado incendiario que devastó un importante número de vehículos y maquinaria en un predio forestal de la zona cordillerana de Río Negro, en la provincia de Osorno, región de Los Lagos. El ataque, que tuvo lugar en la localidad de Popoen, en el límite de las comunas de Río Negro y San Juan de la Costa, culminó con la destrucción de 13 camiones, 10 maquinarias y 2 galpones.
El comunicado emitido por la Resistencia Kunko Williche no solo reivindica la acción como una forma de protesta contra la presencia de empresas forestales en el Willimapu, sino que también expresa solidaridad con los denominados presos políticos mapuche y demanda un juicio justo para los miembros de la Coordinadora Arauco Malleco.
La reacción de las autoridades locales no se hizo esperar. El alcalde de Río Negro, Sebastián Cruzat, manifestó su preocupación por la recurrencia de estos atentados, que no solo dañan la producción local, sino que también generan desempleo e inseguridad en la región. Cruzat instó a la creación de unidades especiales de investigación en la región de
Los Lagos para dar con los responsables de estos actos y brindar soluciones concretas más allá de meros anuncios de acciones judiciales.
La delegada presidencial regional en Los Lagos, Giovanna Moreira, fue interpelada por el alcalde para que cumpla con la querella contra los autores de estos hechos, en un esfuerzo por restablecer la tranquilidad y el orden en la zona afectada.
Este incidente se suma a una serie de conflictos en la región que ponen de manifiesto la tensión existente entre las comunidades mapuche y las empresas forestales, en un contexto de disputa por la tierra y los derechos ancestrales. La situación en Río Negro y sus alrededores sigue siendo un punto crítico en la agenda política y social de Chile.