Condena histórica: líder de la CAM recibe 23 años de prisión
- Héctor Llaitul, cabeza de la Coordinadora Arauco Malleco, enfrenta una condena de 23 años tras ser hallado culpable de múltiples delitos. La sentencia llega en un momento de alta tensión en la macrozona sur.
El Tribunal Oral en lo Penal de Temuco ha dictado una condena de 23 años de prisión efectiva para Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), tras ser declarado culpable de delitos bajo la Ley de Seguridad Interior del Estado, usurpación violenta, hurto simple y atentado contra la autoridad. La sentencia, que impone 15 años por el principal delito, cinco años por hurto reiterado de madera y tres años por atentado contra la autoridad, se produce en un contexto de creciente violencia y seguridad reforzada en la región de La Araucanía.
La audiencia, que tuvo lugar el pasado 22 de abril, se llevó a cabo bajo un fuerte contingente de seguridad, reflejo de la tensión que vive la macrozona sur. La región ha sido declarada en "alerta roja" tras el asesinato de tres carabineros en la comuna de Cañete, un crimen que ha conmocionado al país y que ocurrió días después de que Llaitul fuera declarado culpable. Aunque no se ha establecido un vínculo directo entre este hecho y la CAM o cualquier otro grupo extremista, la coincidencia temporal ha exacerbado el clima de inseguridad en la zona.
La sentencia contra Llaitul es vista como un precedente en la lucha del Estado chileno contra los actos de violencia asociados a reivindicaciones territoriales y demandas de grupos indígenas. La CAM, que ha sido vinculada a acciones de sabotaje y reivindicaciones de tierras en favor de comunidades mapuches, enfrenta ahora un golpe significativo con la pérdida de uno de sus principales líderes.
Organizaciones de derechos humanos y grupos indígenas han expresado su preocupación por el uso de la Ley de Seguridad Interior del Estado en este y otros casos, argumentando que podría estar criminalizando la protesta social y las demandas legítimas de los pueblos originarios. El debate sobre cómo equilibrar la seguridad y los derechos de los indígenas continúa siendo un tema central en la sociedad chilena.
La situación en La Araucanía sigue siendo volátil, y las autoridades han llamado a la calma y al diálogo como medios para resolver los conflictos. Mientras tanto, la condena de Héctor Llaitul permanece como un recordatorio de las profundas divisiones que aún deben ser sanadas en la región.
