Informe: Centroamérica ha perdido 600.000 hectáreas de bosque entre 2015 y 2022
- Se estima que el sistema Regional de Áreas Protegidas perdió, para el mismo periodo, 600.000 hectáreas de bosque, e incrementaron las áreas de pasto en 500.000 hectáreas.
La Asociación Centroamericana Centro Humboldt (ACCH) ha publicado el informe "Valoración del aprovechamiento y protección de los recursos naturales en Centroamérica”
Este estudio brinda información actualizada sobre la situación de los recursos naturales y ambiente en Centroamérica, y destaca la necesidad urgente de abordar la crisis ambiental y climática en la región.
Entre los principales resultados están que el sistema Regional de Áreas Protegidas perdió, para el mismo periodo, 600.000 hectáreas de bosque, e incrementaron las áreas de pasto en 500.000; comprometiendo la estabilidad ecológica de la región. infortunadamente Centroamérica se ha posicionado como una de las zonas más vulnerables a estas problemáticas, pues la enfrenta serios desafíos en cuanto a la conservación de sus recursos.
"Esta situación se agrava con los recientes incendios forestales y quemas agrícolas, que han aumentado la pérdida de áreas boscosas y han intensificado los problemas ambientales en la región", apunta el informe.
Además, entre 2015 y 2022, se perdió el 9 % de la superficie regional de bosques, principalmente debido a la expansión de la ganadería, la agroindustria y la minería.
CAMBIO CLIMÁTICO
Los efectos del cambio climático son innegables, con incrementos de temperatura que superarán los límites del Acuerdo de París para 2025. La disminución de precipitaciones afectará la seguridad alimentaria y la generación hidroeléctrica, aumentando la vulnerabilidad de la región.
"Estas situaciones ya se están viviendo, como lo demuestran las recientes olas de calor que azotaron Centroamérica durante el verano, seguidos por la actual temporada de lluvias, subrayando la creciente vulnerabilidad de la región frente a fenómenos climáticos extremos", agregan.
La falta de una gestión ambiental pública y privada contundente ha contribuido al daño irreparable al ambiente. La fragmentación de ecosistemas, la pérdida de conectividad y la disminución de la disponibilidad de agua son evidentes.
El tráfico ilegal de fauna, la sobreexplotación pesquera y la introducción de especies exóticas amenazan la biodiversidad, este peligro se refleja en el aumento de más de 800 especies amenazadas entre 2015 y 2022. La calidad del agua enfrenta tensiones por la contaminación agrícola e industrial, afectando la seguridad alimentaria y el abastecimiento de agua.
El incremento de las actividades extractivas ha generado cambios en el uso del suelo y contaminación ambiental; la principal fuente energética de la región sigue siendo la leña y la generación térmica e hidroeléctrica en cuanto a la generación de electricidad.
Según Campos, este informe es una llamada de atención urgente. Centroamérica está en una encrucijada ambiental, y la colaboración regional e internacional es fundamental para revertir la situación. “La naturaleza no espera. Los líderes, la sociedad civil y el sector privado deben unirse para proteger nuestros recursos naturales antes de que sea demasiado tarde, es por esto que hacemos un llamado para que actuemos ahora”, concluyó Víctor Campos, director ejecutivo de ACCH.
Fuente: revistaeyn.com