Normativa para fomentar la actividad forestal
Editorial diario La Tribuna
Estimaciones recientes indican que la actividad forestal genera alrededor de 77 mil puestos de empleo en la región del Biobío. Una cifra que -por sí sola- refleja la importancia de este sector productivo en el quehacer económico y social de la región. En ese contexto, cobran especial relevancia las intervenciones que autoridades y representantes del mundo privado realizaron en el encuentro “Impulsa”, organizado por la Cámara de la Producción y del Comercio Biobío y que tuvo lugar esta semana en Concepción.
En la oportunidad, se destacó la compleja situación que enfrenta el sector -con alrededor de un millón de hectáreas sin plantar a nivel nacional y más de 100 mil afectadas por usurpaciones o acceso restringido- realidad que golpea con fuerza a toda la cadena productiva, pero especialmente a pequeños productores que suelen combinar esta actividad con faenas agropecuarias.
Por ello, tiene mucho sentido el planteamiento liderado por el gobernador regional del Biobío, Rodrigo Díaz, quien emplazó al Gobierno central a impulsar con celeridad una ley de fomenta forestal enfocada en los pequeños agricultores de la zona sur. “El ministro de vivienda está empeñado en tener construcción industrial en madera. Si no tenemos ley de fomento forestal no se van a plantar pinos y si no hay pinos no va a haber construcción con madera chilena”, argumentó Díaz.
Desde el sector privado, en tanto, el presidente de Empresas CMPC, Luis Felipe Gazitúa, reforzó esta petición, recalcando que “los pequeños y medianos productores forestales que no tienen industrias, no tienen ningún incentivo a plantar y tienen el riesgo además de que les usurpen, les roben o les quemen. Por esa razón es que coincidimos con el gobernador en el sentido de que debería haber un subsidio para pequeños y medianos agricultores o industriales forestales”.
La región del Biobío, ya sea por malas decisiones legislativas, como por condiciones externas ineludibles, ha visto fuertemente despotenciada su fuerza económica. Ejemplos de aquello son lo ocurrido con el rubro de la jibia o, más recientemente, el anuncio de cierre de las faenas de la empresa siderúrgica Huachipato.
En consideración a ese complejo escenario, así como al hecho que la actividad forestal se desenvuelve en base a decisiones de largo plazo, es muy importante comprender la urgencia que tiene esta solicitud y, dejando de lado prejuicios y posiciones poco sustentadas en la realidad, se avance decididamente en una normativa que ayudaría a revertir un preocupante momento económico con inevitables consecuencias sociales y, sobre todo, un negativo impacto en la calidad de vida de los habitantes de la región.