Arauco tiene plan eólico trabado en el Biobío, pero afirma que hay un “compromiso de largo plazo con Chile”
- Se trata del proyecto Viento Sur por US$ 250 millones. La empresa forestal señala que, de todos modos, están evaluando la construcción de otro parque eolico en la misma region, pero que aun no inicia su tramitacion ambiental.
En la empresa forestal Arauco — ligada al grupo Angeliniaseguran que el anuncio de una inversión por US$ 4.600 millones en Brasil no implica que la firma se esté retirando de Chile. Por el contrario, la compañía afirma que “tiene un compromiso irrestricto con Chile y de largo plazo”.
Esto, pese a que en el país ha enfrentado trabas para desarrollar algunos proyectos, como el parque eólico Viento Sur, de US$ 250 millones en el Biobío, que tiene Resolución de Calificación Ambiental (RCA) desde 2022. A ello se suman los problemas de seguridad, quemas y robos que afectan a todo el sector forestal y que limitan su expansión en Chile.
De todos modos, en Arauco destacan que en el país tienen en marcha una inversión para desarrollar una nueva línea de paneles OSB, por cerca de USS 92 millones. Se agrega la gestación de otra planta eólica en el Biobío, llamada Viento Lomas, que está en fase de consulta ciudadana anticipada, tras lo cual podría iniciar su tramitación ambiental.
Comité de Ministros
El parque eólico Viento Sur fue revisado a fines de enero de este año por el Comité de Ministros, el cual lo respaldó y decidió rechazar una reclamación en contra de la iniciativa, presentada por personas naturales y una comunidad indígena. Sin embargo, la compañía sigue a la espera de la resolución de aprobación del Comité de Ministros.
De todos modos, la instancia ministerial indicó en esa oportunidad que modificaría de oficio la RCA, incorporando “precisiones y condiciones propuestas por el SEA”, según consta en el acta de la reunión de enero de dicho comité.
Entre las condiciones mencionadas se señala que el plan deberá incorporar los aerogeneradores, luces de navegación considerando las recomendaciones de la “Guía para la evaluación del impacto ambiental de proyectos eólicos y de líneas de transmisión eléctrica en aves silvestres y murciélago” del Servicio Agrícola y Ganadero. También el pintado de las aspas para favorecer su visibilidad por la avifauna.
A la vez, se solicita ajustar el plan de monitores de “fauna voladora”, de una frecuencia mensual a quincenal.
En tanto, el acta señala que considerando el pronunciamiento de la Dirección General de Aguas, previo a la construcción de las “estructuras N* 57 a 61”, el titular deberá acreditar ante la DGA que “ellas no se encuentran en el cauce, para lo cual deberá evaluarse la crecida para un período de 100 años de los esteros El Guindo y Palihue”. De estar en el cauce, la firma deberá tramitar los permisos ambientales sectoriales de competencia de la DGA.
El Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Viento Sur ingresó al SEA en los primeros meses de 2019.
Financiamiento
El proyecto de una planta de celulosa por USS 4.600 millones que aprobó el directorio de Arauco en el estado de Mato Grosso do Sul, Brasil, generaría alrededor de 14 mil empleos en el peak de la obra.
Esa inversión supera a la realizada en la Modernización y Ampliación de la Planta Arauco (MAPA), en la Región del Biobío, que involucró recursos por US$ 2.850 millones. Hay que recordar que esa iniciativa quedó con la vía libre para materializarse en 2017 tras el visto bueno de la Corte Suprema a su tramitación ambiental y después de seis años de haber iniciado sus primeros estudios.
Arauco financiará la planta Sucuriú en Brasil —que entraría en operaciones a fines de 2027con deuda, un aumento de capital y recursos propios.
A fines de 2023, Arauco informó de una importante venta de bosques — principalmente en el estado de Paraná, Brasilque no eran estratégicos para la compañía y no eran necesarios para la materialización del proyecto Sucuriú. La enajenación rondó los US$ 1.100 millones, que ayudarían al financiamiento de la planta de celulosa en Mato Grosso do Sul.
La forestal Arauco arribó a Brasil en 2002, expandiéndose en ese país en el negocio de paneles y adquiriendo activos de Masisa, entre otros pasos.
Fuente: edición suscripción de El Mercurio