Crisis en la industria maderera: aserraderos en declive
La industria maderera enfrenta tiempos difíciles, con una tendencia preocupante hacia la disminución de aserraderos activos y un aumento en los establecimientos paralizados. El año 2023 ha sido particularmente desalentador, según reportó el Infor, registrando una baja en el número de aserraderos en comparación con el año anterior.
De los 1.125 aserraderos contabilizados, solo 800 estuvieron en funcionamiento, lo que representa una caída del 73% al 71% en su participación total anual. Por otro lado, los aserraderos paralizados experimentaron un incremento, sumando 17 unidades más que el año pasado.
Los aserraderos permanentes, que incluyen tanto los paralizados como los que operan normalmente, totalizaron 506 unidades, lo que equivale al 45% del total. En contraste, los aserraderos móviles alcanzaron las 619 unidades, representando el 55% de todas las plantas del país. Sin embargo, a pesar de su mayor número, los aserraderos móviles solo contribuyen con el 1,9% en términos de volumen de madera aserrada.
Este panorama refleja los múltiples desafíos que enfrenta el sector, incluyendo la venta o arriendo de aserraderos, ajustes administrativos y problemas económicos o de salud. Cada año, un número de aserraderos cambia de razón social por estas y otras razones, lo que implica su eliminación del directorio actualizado y la creación de un nuevo registro.
La situación actual demanda una reflexión profunda y la búsqueda de soluciones sostenibles para una industria que ha sido pilar de la economía en muchas regiones. La adaptación a las nuevas condiciones del mercado, la innovación tecnológica y la implementación de prácticas más sostenibles podrían ser clave para revertir la tendencia negativa y asegurar el futuro de los aserraderos y de la industria maderera en su conjunto.