Una ley de incendios que ignora la prevención y la recuperación de los bosques destruidos
Qué duda cabe del descuido, desprolijidad y desconocimiento con que las actuales autoridades y los parlamentarios están legislando para mejorar la institucionalidad forestal. Una prueba concreta es el proyecto de ley de incendios forestales. La urgencia de regular, promover y fomentar un sector importante de la economía de nuestro país, no puede ser a costa de gustos personales, ignorancia o de ideologías añejas de las autoridades y legisladores, que van en contra del crecimiento y el desarrollo del sector.
En el caso en cuestión podemos comentar algunos aspectos que hacen de este proyecto, una ley enemiga de los propietarios de bosques
No hay ninguna referencia en la iniciativa a una prevención real, esa que se organiza desde la base en los territorios, en la ruralidad, con capacitación y entrega de implementos y recursos a juntas de vecinos y pobladores de villas y pequeños pueblos, quienes son los primeros en tener contacto con el fuego.
Tampoco hay referencia a la responsabilidad del Estado en una campaña preventiva desde la educación parvularia en todos los colegios del país, para incluir en sus materias que el cuidado de la naturaleza pasa también por mostrar desde esa edad, el daño y la destrucción que producen los incendios forestales. El Estado de Chile es el mayor propietario de bosques con 14. 500.000 hectáreas.
Esta ley propuesta le expropia al propietario de un predio de la zona de interfaz una parte importante de su superficie, cercano al 30%, para ser usado como cortafuegos. No tener implementadas las medidas propuestas en esta ley, expone al propietario a ser multado por Conaf o Sernafor, a beneficio de las arcas fiscales con hasta 10.000 UTM.
¿Cuál es la respuesta de la ley cuando en la provincia de Arauco el 40% de los cortafuegos de las empresas forestales, que colindan con caminos o en zona de interfaz, son usurpados por personas para construir viviendas y en muchos casos esos sitios vendidos por redes sociales?
Qué hay de la intencionalidad, principal causa que ocasiona los incendios forestales y, que según cifras de la propia Conaf, en la temporada 2024 - 2025 alcanza a un 53%. Nada se habla de esto. Este concepto debiera ser el punto de partida de cualquier análisis serio de parte de los que nos gobiernan y proponen las leyes. Se requiere, y no lo contempla la ley, la creación de fiscales exclusivos y la entrega de mejores medios y mayor cantidad de recursos para que la fiscalía pueda mejor investigar y lograr la prueba suficiente y la detención y condena de los pirómanos.
También se olvidan que las actuales condiciones climáticas hacen que cada vez y con mayor frecuencia tengamos eventos climáticos extremos, que provocarán incendios catastróficos como los vividos en el 2017 y 2023, que deben tener un tratamiento preventivo particular, por ejemplo, patrullajes preventivos en días previos y durante el evento climático de las FF.AA. y las policías.
Y, por último, ¿cómo recuperamos los bosques nativos y los bosques plantados destruidos por el fuego? Nada se menciona en esta propuesta legislativa.
Esta ley no incorpora el análisis holístico que debiesen hacer las autoridades y los parlamentarios, para tener una normativa que promueva una real protección de los bosques de Chile, que son patrimonio de todos sus habitantes.
