Graves cifras revelan 11 años de atentados en la Macrozona Sur
Un informe de la Asociación de Contratistas Forestales que analiza 11 años de atentados contra trabajadores y contratistas en la Macrozona Sur de Chile (2014-2024) pone en evidencia la magnitud de un problema que ha afectado profundamente a la región y su economía. Las cifras recopiladas destacan la gravedad y persistencia del conflicto en una de las áreas más vulnerables del país.
Desde 2014, se han registrado 496 atentados en las regiones de Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. La distribución por región evidencia que La Araucanía concentra el 54% de los casos, consolidándose como el epicentro del conflicto, seguida por Biobío, con un 34%. Este panorama subraya la concentración territorial de los hechos violentos y la necesidad de intervenciones específicas para abordar esta crisis.
El análisis también revela la destrucción de 1.774 equipos forestales, lo que representa pérdidas valorizadas en aproximadamente US$ 204 millones. Esta situación afecta no solo a las empresas forestales, sino también a la economía regional, generando importantes costos de reposición y afectando la productividad del sector.
Afectación laboral
El conflicto ha tenido un impacto humano significativo. Durante estos 11 años, 48.500 trabajadores han sido afectados directamente, con un promedio de 4.400 trabajadores impactados anualmente. Esta situación representa una amenaza constante para la seguridad de los empleados y una fuente de inestabilidad económica para miles de familias en la zona.
En el mismo periodo, 485 contratistas forestales han sido víctimas de estos atentados, lo que se traduce en un promedio de 44 afectados cada año. La situación refleja la vulnerabilidad de las empresas que operan en la Macrozona Sur, muchas de las cuales enfrentan serias dificultades para mantenerse operativas ante esta realidad.
Las cifras recopiladas evidencian una crisis que va más allá de lo económico. El impacto en la seguridad de las personas, la viabilidad de los negocios forestales y la estabilidad social es profundo y sostenido. La situación requiere medidas urgentes y concretas que incluyan no solo refuerzos en seguridad, sino también iniciativas que fortalezcan el tejido social y promuevan la paz en la región.
El informe destaca la necesidad de abordar el problema desde sus raíces, involucrando a las comunidades locales, empresas, y al Estado en la búsqueda de soluciones sostenibles que permitan superar esta crisis estructural y garantizar un futuro más seguro y estable para la Macrozona Sur.
