Colegio de Ingenieros Forestales hace urgente llamado al fomento forestal en Chile

Colegio de Ingenieros Forestales hace urgente llamado al fomento forestal en Chile

Falta de incentivos estatales hasta las críticas a las plantaciones mixtas obligatorias, además de la necesidad de un enfoque integral que permita revitalizar un sector que ha experimentado un estancamiento en los últimos años, es lo que planteó Simón Berti, presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Chile (Cifag), quien destacó los múltiples desafíos que enfrenta esta industria estratégica para el desarrollo del país. 


El punto de inflexión para el sector forestal, según apreció, se remonta a la gestión liderada por Eduardo Vial en la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Durante este periodo, se intentó mantener vigente el decreto ley 701, un incentivo clave para pequeños y medianos propietarios, así como para la reforestación de suelos erosionados. Sin embargo, el fracaso en la continuidad de esta bonificación marcó el inicio de una desaceleración significativa.


“La caída de este fomento fue una pisada de freno para nuestro sector”, afirmó. La ausencia de incentivos ha desmotivado tanto a pequeños propietarios como a grandes inversores, quienes enfrentan un negocio de alto riesgo y baja rentabilidad.


Riesgos y rentabilidad

Uno de los mitos que Berti desmiente es la percepción de que el sector forestal es inmensamente rentable. Según sus cálculos, la tasa interna de retorno de una plantación forestal rara vez supera el 6,5%, una cifra que apenas compite con opciones de inversión sin riesgo, como los depósitos bancarios.


Además, la naturaleza a largo plazo de estas inversiones –con ciclos productivos que oscilan entre los 10 y los 25 años– expone a los propietarios a riesgos significativos, como incendios, plagas, vientos extremos y heladas. Como ejemplo, Berti menciona los fuertes vientos del invierno pasado, que derribaron cerca de 40.000 hectáreas de bosques en Chile, un evento que pasó prácticamente desapercibido en los medios. “Para tener éxito en una plantación de 25 años, necesitamos 25 veranos seguidos sin incendios. Es una actividad llena de riesgos”, explicó.


El rol del Estado

En este contexto, el presidente del Cifag hizo un llamado al Estado para que retome su rol de promotor del sector forestal. Según su punto de vista, en todo el mundo, un sector forestal robusto depende de incentivos estatales que reduzcan el riesgo para los inversores y fomenten la reforestación en suelos degradados.


“El Estado debe fomentar este sector si quiere mantener su relevancia. No es solo una cuestión económica, sino también de beneficios ambientales, como la absorción de CO2, la reducción de la erosión y la mejora de la calidad del agua”, subrayó.


Berti también cuestionó la tendencia a imponer plantaciones mixtas, argumentando que estas reducen la ya limitada rentabilidad de las plantaciones. Para él, la libertad del propietario de decidir qué especie plantar es fundamental.


“Todos los árboles aportan beneficios ambientales similares, desde la absorción de CO2 hasta la protección contra la erosión. Pero obligar a mezclar especies puede hacer que la inversión sea aún menos atractiva para los propietarios”, argumentó.


Además, enfatizó la importancia de considerar factores como la adaptabilidad de las especies al clima y al suelo, así como su viabilidad económica. “Elegir una especie no solo depende de su compatibilidad con el terreno, sino también de su demanda en el mercado. Una mala elección puede ser desastrosa”, adviertió.


El monocultivo: un debate necesario

El monocultivo, particularmente de especies exóticas como el pino radiata y el eucalipto, ha sido objeto de críticas en el sector forestal. Sin embargo, Berti defendió su eficiencia económica y productiva, comparándola con otros sectores agrícolas donde predominan los monocultivos.

“No hay un cultivo agrícola en Chile que no sea, en esencia, un monocultivo. Trigo, tomates, manzanas, paltos: todos se producen bajo este modelo porque es la forma más eficiente de hacerlo”, planteó.

Aparte, Berti abogó por una mayor diversidad en la estructura empresarial del sector forestal chileno. Aunque reconoció el papel de las grandes empresas como Arauco y CMPC, destacó la necesidad de fomentar la participación de medianas empresas que aporten mayor dinamismo y competencia.


“Sería estupendo que el sector forestal volviera a tener más empresas medianas, como en el pasado. Eso permitiría un desarrollo más equilibrado y sostenible”, estimó.


Inseguridad

En medio de un contexto de creciente inseguridad y ataques constantes, Simón Berti valoró la valentía y resiliencia de los contratistas forestales y sus trabajadores, quienes enfrentan condiciones adversas que no solo ponen en peligro su integridad física, sino también su estabilidad emocional y económica.


Subrayó que estos trabajadores, muchas veces invisibilizados, están en el centro de un conflicto que busca atacar a grandes actores del sector forestal, pero que termina impactando injustamente a los contratistas y a sus equipos. "El derecho a la seguridad en el trabajo es un derecho humano", afirmó con énfasis, recordando la presentación que este grupo realizó ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), apelando a la obligación de los Estados de proteger a los sectores vulnerados.

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